lunes, 13 de octubre de 2008

Integración Mundial Interactiva

José Luis Lazarte, define la integración mundial interactiva como la internacionalización del planeta sobre la base de la diversidad, la tolerancia y el conocimiento múltiple y vario de las distintas culturas del mundo. Debido a la actualidad que cobra el tema de la globalización en el contexto de la administración Obama y a fin de entender lo que significa la Integración Mundial Interactiva, reproducimos el apartado: “¿Globalización o Integración Mundial Interactiva?” del libro El Diamante Corporativo del Tercer Milenio del profesor Lazarte, publicado en el año 2001, cuyo análisis cobra una indiscutible vigencia en medio de la crisis financiera exportada al mundo por los banqueros norteamericanos*

¿GLOBALIZACION O INTEGRACION MUNDIAL INTERACTIVA?[1]
Por: José Luis Lazarte

Uno de los temas que generará mayor polémica en los próximos años, es la globalización. Sucede que, pese a lo difundido que se encuentra el uso de este concepto, quienes lo utilizamos pareciera que no nos estuviéramos ocupando de un mismo hecho. Prueba de esto es que recientemente los ejecutivos europeos se han referido de los ejecutivos norteamericanos como personas profundamente provincianas pese al fenómeno de la globalización.
De primera intención, esta noticia aparecida en The Wall Street Journal Américas, puede llamarnos la atención por que en muchas partes del mundo cuando se habla de visión global, se piensa en la visión que poseen los norteamericanos acerca de la forma como deben hacerse las cosas, que es precisamente como ellos quieren que entendamos la globalización.
No obstante, es creciente la corriente de opinión de quienes pensamos que la integración global no pasa, necesariamente, por el filtro de la “americanización” de nuestras vidas. La globalización pasa más bien por la comprensión y el conocimiento de la diversidad de enfoques y culturas que coexisten en el planeta, buscando la integración, la interacción y el enriquecimiento que esto nos pueda reportar en la mejora de nuestra calidad de vida.
El artículo escrito por Carol Hymowitz, señala que en el marco de una reunión de más de 400 ejecutivos que se efectuó en Lausiana, Suiza, para analizar el auge de la economía estadounidense, las reacciones de los ejecutivos europeos fueron diversas. De un lado se notó la admiración y hasta la envidia que algunos confesaron por la tecnología estadounidense y el espíritu emprendedor de sus empresarios; y de otro, un profundo desdén por la mediocridad de los ejecutivos americanos a quienes calificaron de “provincianos, ignorantes de las relaciones internacionales y demasiado materialistas”
Peter Killing, profesor en IMD, señaló en esa oportunidad que los europeos admiraban el éxito financiero de muchas empresas estadounidenses. Sin embargo, cuando conocían a gerentes norteamericanos se daban cuenta de que, inclusos los educados y ricos, no hablaban otro idioma además del inglés, no sabían cómo o cuándo comer y beber apropiadamente, y no sabían nada de historia o geografía europea; que es lo mínimo que puede esperar un directivo europeo de sus colegas americanos.
El autor de la nota señala que a un gerente de ventas de una fábrica alemana que viaja regularmente a Illinois a hacer negocios, le había tomado mucho tiempo entender la idiosincrasia estadounidense. Si bien disfrutaba de la cordialidad y sinceridad de sus colegas de Illinois, a el que nació en Francia y hablaba cinco idiomas con fluidez, le había sorprendido saber que sólo unos pocos de sus amigos americanos habían viajado fuera de los Estados Unidos, además de lo poco globales que eran en el ámbito personal. Sumándose a esto la informalidad del trato, que no es admitida en Alemania sino cuando se conoce muy bien a la persona con quien se alterna.
De lo que se trata, como lo afirma Peter Killing, es que los directivos norteamericanos comprendan que deben esforzarse por conocer y comprender la historia, la cultura y los usos de sus socios europeos y que no den por sentado “que el estilo que impera en los EE.UU. es el más indicado”
Detrás de todo esto se esconde una serie de actitudes que sólo podemos comprenderla desde una perspectiva que no es precisamente la perspectiva unidireccional de quien se siente llamado a cumplir el papel de “globalizador”. Se trata, sin duda, de una clara muestra de lo poco dispuestos que estamos en diversas partes del mundo para tolerar el sectarismo cultural, ideológico y hasta lingüístico, proveniente de Norteamérica, que en nada contribuye a entendernos como una comunidad mundial diversa y heterogénea, capaz de cooperar y hacer negocios sin buscar el protagonismo ni la preeminencias de sus particulares puntos de vista.

De ahí que mientras no normalicemos el significado del concepto globalización, creo que es válido hablar de Integración Mundial Interactiva, que no es otra cosa que la internacionalización del planeta sobre la base de la diversidad, la tolerancia y el conocimiento múltiple y vario de nuestras culturas.

[1] LAZARTE, Luis: El Diamante Corporativo del Tercer Milenio. DCTM SAC. Lima, 2001. pp. 48-49
* La imagen que aparece aquí ha sido bajada del buscador de imágenes de Google y aparece originalmente en http://www.somosparaguay.com.py/v_despachos.asp?id_seccion=51

martes, 7 de octubre de 2008

¿Globalización? ¿Para qué se preguntan muchos?


Ahora que el mundo padece las nefastas consecuencias de ese proceso desigual e inicuo que llamamos globalización, habría que preguntarse si realmente vale la pena insistir en este camino impuesto por quienes están demostrando absoluta incompetencia e ineptitud para liderar el mundo y quienes, además, por su desmedida ambición, no reparan en ningún otro interés que no sea el propio y conducen el planeta como su automóvil: es decir, a excesiva velocidad y embriagados por su soberbia.

En este contexto de mesa inclinada que estamos institucionalizando con la globalización, los bancos y las entidades financieras causantes del mayor descalabro financiero de la historia, al estar vinculados con las grandes calificadoras crediticias, gozaban de la mayor calificación y del mayor grado de confianza para los inversionistas del mundo entero; y cuando debían ser calificados en algún mercado extranjero, por intermedio de lobbies y mal usando su imagen de marca, se presentaban ante estos mercados como entidades sólidas, solventes y de gran respaldo, sabiendo positivamente que no poseían ninguna de esas cualidades.

De este modo se garantizaban un escenario inmejorable para asegurarse el éxito en las maniobras que realizaban con la intención de “exportar” y globalizar sus ineficiencias y obtener asi un respiro en el proceso de pérdida y destrucción graduales de sus activos, producto de las malas decisiones que movidos por la ambición, tomaron a partir del año 2001.

En efecto, para muchos analistas, es precisamente en ese año cuando se inicia esta crisis. Entonces al estallar la burbuja de las empresas punto com, la Reserva Federal de Norteamérica, en un plazo de dos años, decidió disminuir el valor del dinero de 6,5 % a 1 %, generando una coyuntura adversa para las desmedidas ambiciones de los banqueros norteamericanos, que comienzan a idear las estrategias, que por volumen, les permitiera incrementar su disminuida rentabilidad en la intermediación financiera (concediendo las hipotecas de alto riesgo), sin considerar que esas transacciones altamente riesgosas y por lo tanto con dinero más caro para sus clientes, se convertirían en el hilo con el que habrían de tejer la madeja más laberíntica, intrincada y corrupta que haya padecido el sistema financiero mundial. Para ello utilizaron una serie de derivados financieros, totalmente heterodoxos, que ellos mismos fueron creando, a medida que la presión de liquidez se lo exigía, los mismos que después negociaban en los mercados internacionales a fin de paliar sus verdaderos y profundos problemas, a espera de un rescate financiero, que en algunos casos nunca llegó.

Tal es, en resumen, el meollo de esta crisis del sistema financiero norteamericano, exportada hoy a todo el mundo y que costará a todos sin excepción; demostrándose, una vez más, que los errores del capital y la administración se socializan, al cargarles a todos los contribuyentes los planes de rescates financieros en paises como Alemania, Gran Bretaña, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, España, Islandia, Rusia y lógicamente Estados Unidos; y también al destruirse cientos de miles de puestos de trabajo. Pero en cambio los logros y las utilidades si se consideran “privadas” y se limitan al usufructo por parte del capital y la administración.

El desequilibrio y la turbulencia que han desatado las ambiciones financieras de los banqueros norteamericanos son de tal magnitud que los más optimistas observadores consideran que la recuperación se verificaría entre los próximos cinco a diez años vista, mientras que otros están convencidos de que tomará no menos de dos décadas salir de esta profunda crisis. Como fuera, para algunos observadores como el recientemente jubilado profesor de la London School of Economics, en una nota escrita para The Observer, reproducida por la BBC, afirma: “Aquí hay un cambio geopolítico histórico en el que el equilibrio de poder en el mundo está siendo alterado irrevocablemente". "La era del liderazgo global estadounidense, que se remonta hasta la Segunda Guerra Mundial, se acabó... el credo del libre mercado estadounidense se autodestruyó mientras que los países que han mantenido un control general de los mercados han sido reivindicados".

Ciertamente, habría que preguntarnos si no ha llegado el momento de cambiar el paradigma de la globalización por la Integración Mundial Interactiva.

* La imagen que aquí aparece, ha sido bajada del buscador de imágenes de Google y aparece originalmente en weblogs.madrimasd.org/.../2008/05/13/91696.aspx