lunes, 6 de abril de 2009

El plan Obama: de la decisión a la concertación

Este pequeño artículo, fue publicado por José Luis Lazarte el miércoles 11 de marzo en la página editorial del semanario hispano Entérate Hoy, que circula en la ciudad de Nueva York. En él señala la necesidad de lograr el concenso alrededor de las decisiones tomadas por la Administración Obama para superar la crisis más grande que haya tenido que encarar el vecino país del norte y que nos incumbe a todos, por tratarse de la economía más importante del mundo que representa el 25% del PIB mundial y por la alta integración del comercio y la economía mundial.

A Konosuke Matsushita[1] le pertenece acaso una de las más inteligentes observaciones que se hayan hecho a la ciencia económica. En su libro El secreto de mi éxito. Cualidades necesarias de un gerente[2], el empresario japonés afirma que las fluctuaciones económicas no son producto de la naturaleza ya que en una situación natural, afirma, no se daría una situación económica buena ni mala.

En este sentido, queda claro que la economía no se mueve por el influjo de fuerzas inescrutables, sino por acciones concretas que desarrollan los agentes económicos motivados por sus expectativas y por su interés de obtener el mayor beneficio en todas las transacciones que realizan. Premisa principal que debe servir para entender que toda decisión de política económica, carecerá de sentido y eficacia si los agentes no le proporcionan el contenido que motiva su formulación; es decir si los agentes no empujan el barco de la economía hacia la dirección que el ejecutivo señala con su regulación y planeamiento.

Es en esta línea de pensamiento en la que debemos de insertar el plan del presidente Barack Obama y todos los esfuerzos desplegados por el gobierno norteamericano para responder de manera rápida y eficiente a la que podemos considerar como la mayor crisis de todos los tiempos de la economía de los Estados Unidos; crisis que debido a la alta integración económica del mundo podría convertirse no sólo en el desencadenante de la crisis global que ya lo es, sino también en el hito más nefasto de la economía mundial.

No se trata aquí de los puntos de vista divergentes que pueden tener los republicanos, tampoco se trata del prestigio o la performance de la administración Obama, ni siquiera de la viabilidad o no del sistema capitalista (cada vez más desprestigiado e inicuo), se trata más bien de activar “el cuarto de máquinas” de ese gran barco que es la economía mundial y cuyo centro se encuentra precisamente en la economía estadounidense.

No son 787 mil millones de dólares (que representan cerca del doble de la deuda externa de todo Sudamérica) los que están en juego. Está en juego la viabilidad mundial, de ahí que todos: los ciudadanos como consumidores, el gobierno como facilitador, pero sobre todo los empresarios e inversionistas como emprendedores y lideres de la sociedad civil, tendrán que tomar sus emplazamientos y responder con responsabilidad al plan de recuperación en que está empeñado la administración demócrata, a fin de convertir la recesión en una oportunidad providencial de desarrollo como lo haría Matsushita.


[1] Considerado como uno de los más importantes empresarios japoneses de todos los tiempos, Konosuke Matsushita fue en vida creador de la Compañía General Matsushita, poseedora de las marcas National y Panasonic.
[2] MATSUSHITA, Konosuke: El secreto de mi éxito. Cualidades necesarias de un gerente. PHP Institute, Inc. segunda edición: Kioto 1984.

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