Las visiones inteligentes y acuciosas sobre el rol del trabajo en la vida de las personas, no son patrimonio exclusivo de los intelectuales y escritores. Existen cientos de canciones que dan cuenta acerca de la forma como muchos compositores y cantautores entienden que el trabajo es una limitante para el desarrollo del hombre de una manera integral; por lo menos ese trabajo reiterativo, monótono y maquinal al que quedan sometidos los trabajadores de la gran mayoría de empresas que piensan que las personas sólo pueden ejecutar las tareas que otros pocos formulan. Paradigma por cierto Tayloriano que aún hoy nos cuesta a abandonar pese haberse formulado hace ya más de 100 años.
Una muestra de este tipo de visión es la que tuvo el cantante italiano Domenico Modugno* en su canción "Un puntapié a la ciudad". En sus versos cuenta la historia de una persona que trabaja en una escribanía y que un día se percata que siempre está atado a su trabajo y decide no ir a laborar pese a no ser día festivo. Con su decisión toma consciencia que la ciudad lo agobia, que el campo está lejos y que para disfrutarlo hay que dejar al jefe trabajando sólo y dar un puntapié a la ciudad.
" Qué han hecho de mi, que me tienen siempre aquí, sólo soy como un robot que hace años dice sí...esta mañana mis pulmones ya no quieren aire de calefacciones" dice en una de sus estrofas y en la parte final de la canción que es recitada continúa diciendo " Qué hacemos a donde vamos todos en columnas dentro nuestros malditos cochecitos, hoy luce le Sol, no marques la ficha, no firmes la entrada, cuanto hace que no trepáis árbol arriba, todos al campo a arrancar las margaritas... !LIBRES, LIBRES LIBRES!" Entendiendo como Goethe que el trabajo es una forma moderna de esclavitud, que nos somete a jornadas maquinales y rutinarias que coactan nuestra libertad y desfiguran nuestra identidad.
Pese a que esta canción se compuso en 1972, año en que Domenico Modugno la presenta en el festival de San Remo, la situación en los centros laborales no ha cambiado de manera significativa; es más dentro del marco de esa cultura del éxito, de emprendimiento y proactividad dentro de la empresa, no sólo tenemos esclavos modernos, si no además adictos a la esclavitud, es decir trabajólicos que no conciben su vida al margen del trabajo, llegando a pensar que son el rol que realizan dentro de la empresa y no la identidad con sentido que realmente son.
Para documentar esta reflexión invito a los lectores a visitar You Tube y buscar la canción de Domenico Modugno bien en versión castellana "Un puntapié a la ciudad" o en versión italiana "Un calcio alla cittá".
Una muestra de este tipo de visión es la que tuvo el cantante italiano Domenico Modugno* en su canción "Un puntapié a la ciudad". En sus versos cuenta la historia de una persona que trabaja en una escribanía y que un día se percata que siempre está atado a su trabajo y decide no ir a laborar pese a no ser día festivo. Con su decisión toma consciencia que la ciudad lo agobia, que el campo está lejos y que para disfrutarlo hay que dejar al jefe trabajando sólo y dar un puntapié a la ciudad.
" Qué han hecho de mi, que me tienen siempre aquí, sólo soy como un robot que hace años dice sí...esta mañana mis pulmones ya no quieren aire de calefacciones" dice en una de sus estrofas y en la parte final de la canción que es recitada continúa diciendo " Qué hacemos a donde vamos todos en columnas dentro nuestros malditos cochecitos, hoy luce le Sol, no marques la ficha, no firmes la entrada, cuanto hace que no trepáis árbol arriba, todos al campo a arrancar las margaritas... !LIBRES, LIBRES LIBRES!" Entendiendo como Goethe que el trabajo es una forma moderna de esclavitud, que nos somete a jornadas maquinales y rutinarias que coactan nuestra libertad y desfiguran nuestra identidad.
Pese a que esta canción se compuso en 1972, año en que Domenico Modugno la presenta en el festival de San Remo, la situación en los centros laborales no ha cambiado de manera significativa; es más dentro del marco de esa cultura del éxito, de emprendimiento y proactividad dentro de la empresa, no sólo tenemos esclavos modernos, si no además adictos a la esclavitud, es decir trabajólicos que no conciben su vida al margen del trabajo, llegando a pensar que son el rol que realizan dentro de la empresa y no la identidad con sentido que realmente son.
Para documentar esta reflexión invito a los lectores a visitar You Tube y buscar la canción de Domenico Modugno bien en versión castellana "Un puntapié a la ciudad" o en versión italiana "Un calcio alla cittá".
* La fotografía de Domenico Modugno fue bajada del buscador de imágenes de Google y aparece originalmente en http://www.videocomunicazioni.com/
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